Relajarse. Desconectar y no hacer nada.

¡Es más fácil decirlo que hacerlo!  Sin embargo, durante nuestras sesiones, el cerebro no tendrá más remedio que relajarse.  Todo lo que tienes que hacer es acostarte, dejarte ir y permitir que los sonidos del gong te envuelvan, para restaurar tu armonía interior.

Es un viaje de sonido individual, una experiencia única. Funciona a nivel físico, mental y emocional.  Los sonidos del gong viajan profundamente en el cuerpo y harán su trabajo terapéutico masajeando tu cerebro, puedas escucharlos o no, estés despierto o dormido.

Por lo tanto, simplemente déjate ir, ¡manten una actitud abierta y recibe!